La casa de mis sueños es una
casita pequeña y acogedora, bio-construída con mis manos y
las de mi familia y amigos...
En verano es fresquita y en invierno se
calienta muy rápido con una estufa de leña...
Tiene mucha luz, que entra por sus
ventanas en forma de gotas de agua, y por la claraboya que hay al
final de la escalera de caracol...
La cocina tiene un horno muy grande,
para hacer pan, pizzas y bizcochos de algarroba, y la despensa
está llena de tarros de mermelada casera...
Tiene un espacio diáfano para jugar,
saltar, bailar...y un taller mágico donde se puede hacer casi
cualquier cosa que te imagines.
Si escuchas atentamente, siempre se oye
música, y los ruiditos que se escuchan por el tejado a la noche, no
son ratones, sino duendes...
La cama es muy grande, para que a Fon
no se le salgan los pies por fuera nunca más, y para que Coco y
Lucas puedan dormir al pie de la cama...
Si te asomas por la puerta de atrás,
puedes oler las plantas aromáticas que están plantadas alrededor de
la huerta ecológica, y en el medio está el pequeño
espantapájaros lleno de pájaros cantando...
Pero lo más importante de ésta casita
es que está en el medio de una preciosa montaña, al pie de un
castaño milenario que protege a los habitantes de la casa con sus
poderosas ramas...
Ésa sería la casa de mis sueños, y
aunque en la que vivimos tampoco está tan lejos de ser mi pequeño
paraíso ideal, me decidí a imaginarme casitas de duendes en arcilla
polimérica...¡y me parecen muy mágicas!
¡Hasta la próxima semana Kirikús!
^_^
5 comentarios:
Qué bonitas son!
Qué casitas más bonitas...a mí también me gustaría tener una casita así, en el campo y con chimenea, para estar calentita en invierno.
He estado muy perdida del blog últimamente y acabo de recuperar tus últimas entradas para ponerme al día...q casitas más cuquis!!! son ideales!
Besuquis!
Me alegra mucho que os gusten!
Quiero hacer muchas más...
;)
Me encantaron tus casitas!! :)
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